Ciao tutti!
Todos sabemos que en el momento en que llegas a un sitio
nuevo, una de las primeras cosas es buscar un Ikea para poder tener una
habitación cuqui y completa (y sobre todo para no tener que seguir abusando de
los platos de tu compañera de habitación).
Así que el sábado decidimos organizar una maravillosa
excursión al Ikea. Es importante que sepáis que en Milán hay no uno, ¡sino
CUATRO IKEAS! Mamma mia! Encontramos
uno relativamente cerca de la residencia, pero aun así, como todo buen Ikea,
estaba donde Cristo perdió la sandalia. Tres autobuses para llegar a una
estación en la que al final había que coger otro autobús para después andar 10
minutos por un polígono.Finalmente y más salvos que sanos, llegamos hasta el
maravilloso lugar. La verdad es que siempre me ha dado miedo que sean tan
iguales todos. Ya allí, como manda la tradición, un buen plato de albóndigas y
a comprar como locos.
Si sois estudiantes y estáis pensando en ir allí, os
recomiendo fervientemente hacer una lista y limitaros a seguirla, porque como
vayas al libre albeldrío, está perdida. Después de un largo paseo y muchas
risas, terminamos nuestras compras y volvimos a casa. Un buen detalle del Ikea
de Corcigo (no sé si será igual con los demás Ikeas de Milán) es que tiene un
pequeño autobús que te lleva desde la tienda hasta la estación de Metro (cosa
que nosotros, Erasmus perdidos e indefensos no sabíamos). Así que, más cargados
pero mucho más rápido, llegamos a la residencia con este resultado:
Bacci a tutti!
PD: nuevos posts muy muy pronto! Ya he recuperado Internet en la habitación, así que iré publicando los que tengo escritos.
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